Aunque es bien sabido que el turismo no pasa por su mejor momento, 2022 nos encuentra preparados y en movimiento para volver a crecer y recuperar las cifras anteriores a la pandemia. Las crisis nos dan la oportunidad de reinventarnos y adaptarnos a nuevos contextos para avanzar, crecer y mejorar.
Hoy en día todos estamos más conectados y digitalizados que nunca y la respuesta a cómo seguir siendo competitivos y reactivar el turismo se encuentra principalmente en la transformación digital.
En los últimos años, el comercio electrónico ha crecido con fuerza y entre las búsquedas que más han aumentado están las relacionadas con el turismo: vuelos, viajes, hoteles y paquetes vacacionales. El viajero se está transformando, es inmediato y quiere planificar, comunicarse y comprar servicios desde su móvil. Además, es una herramienta imprescindible a la hora de viajar, ya que le ofrece un mundo de información en la palma de su mano.
Actualmente, disponemos de una gran cantidad de información, principalmente a la hora de valorar la experiencia del usuario desde que inicia la búsqueda hasta que finaliza el viaje. En este sentido, es crucial una transformación digital enfocada a personalizar las necesidades del viajero. Por lo tanto, el cambio se ha convertido en una necesidad tanto para los consumidores como para las organizaciones.
La tecnología y la digitalización facilitan a las empresas reaccionar a la velocidad a la que se mueve el sector, haciéndolas mucho más eficientes y escalables. Un ejemplo concreto es nuestro Campus Virtual EM, lanzado en 2021 como respuesta al aumento paulatino del número de viajeros latinoamericanos interesados en viajar al extranjero. Se trata de una plataforma 100% interactiva donde, además de contar con cursos gratuitos en español, inglés y portugués, dispone de un espacio de networking online que conecta a los agentes de viajes con destinos, hoteles y otros servicios de todo el mundo.
Sin duda, el marketing digital y el posicionamiento online adquieren especial relevancia en este sector. La actualización constante de la información, la comunicación precisa, la creación de acciones y el análisis de datos son algunas de las principales necesidades que hemos identificado en los dos últimos años para las empresas dedicadas al turismo.
Una consecuencia positiva de la pandemia es que los consumidores son más conscientes de su impacto en el medio ambiente y en las comunidades, por lo que ahora aprecian las marcas que desarrollan prácticas medioambientales y sociales responsables. La inversión en turismo sostenible ya no es una opción para las empresas y destinos turísticos, sino una prioridad, una necesidad y un elemento clave para competir.
La actividad turística se recuperará paulatinamente y estamos convencidos de que se han abierto las puertas para la construcción de un turismo tecnológico, inteligente y sostenible.